domingo, 25 de noviembre de 2012

Carta a Verónica

Querida Verónica,

Hace ya unos días que acabamos el curso de “Haz lo que ames”, y yo aquí sigo con algunos interrogantes enganchados en las pestañas, y continúan ahí, ya sabes, ya te lo puedes imaginar, por el pegamento del miedo, esa masilla viscosa que engancha nuestros pies en el suelo y no nos permite avanzar.

A veces me imagino cogiendo esa pasta del suelo, y amasándola hasta que se quede bien finita. Después me imagino que  la corto a cachitos y hago con ella un montón de aritos redondos, y los frío con aceite bien caliente, y los recubro de azúcar… y…

¡Me como el miedo! Porque el miedo si esta dulce, sabe mejor.

Pero el miedo, como dice mi abuela, no te da de comer. Creo que en muchas ocasiones no hacemos las cosas, justamente por miedo a equivocarnos y fracasar, y mira, hay una frase que he descubierto estos días de Luis García Montero. Dice en uno de sus libros que “mucha gente vive con la única intención de no equivocarse. Quizá mueren sin equivocarse, pero no dejan ningún acierto”.

Así que ahora, toca equivocarme :). Pero creo que me estoy desviando del tema que me ha traído aquí: tú y tu curso.

Tal y como te decía al principio, aun ando con dudas, y la gente quizás piense que no me ha servido de mucho pero ¿sabes?, la realidad es otra, y es bien distinta.

Porque con tu curso volvieron a mi sensaciones antiguas y amables que creí olvidadas. Porque con tu curso he recordado mis superpoderes.

Porque con tu curso sé lo que quiero ser. Y sé lo que quiero hacer.

Porque quiero hacer magia, y jugar con la vida. Porque quiero soñar. Soñar con imposibles que se convierten en posibles. Soñar con inocencia infantil, esa inocencia redonda suave e inquebrantable. Soñar que los Reyes Magos que vienen de Oriente pueden entregar en una noche a tod@s los niños del mundo un regalo. Y pensar que van en sus camellos. Pensar que los camellos suben a nuestras casas, no se como ni de que manera, pero ellos lo hace,  y beben el agua y la comida que les hemos dejado.

Por eso ahora todas las personas que quieren empezar algo, les digo: ¡conoced a legrancoach!.

Por eso ahora a tod@s los soñadores les envío a tu blog.

A todos los que me leen, a los explorador@s, a los inquiet@s, a los curios@s, a los excéntric@s, a los loc@s, a los raros, a los que calzan un número 40, o un 34…

Si se quieren descubrir. Si quieren atender a la vida, si quieren vivir con amor….

Les digo una cosa:

¡HAZLO!


Gracias Verónica.


Un abrazo,


JL

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