Queridos papa y mamá soñadora,
Habéis decido traer al mundo un sueño. ¡Felicidades!
Los sueños, al igual que a los
bebes, al igual que a los niñ@s, hay que cuidarlos para hacerlos crecer.
Hay que ponerles atención:
atención para que estén bien. Atención para que no se lastimen, para que no se
hagan daño.
Y cuando eso inevitablemente
sucede, porque sucederá, entonces, no te quedará más remedio que cuidarle con
más intensidad. Quizás te implicará noches en vela, te robará horas de sueño,
pero cuando veas que está ya sus primeros pasos, titubeantes e indecisos, te
olvidarás de eso.
Recuerda eso sí, que los
sueños, son una idea agradable, algo que
revolotea en nuestra mente, que simplemente pensarlo, nos produce una sonrisa.
Nosotros elegimos si queremos que
tan sólo se quede en una idea. Nosotros elegimos parirlos, alumbrarlos,
traerlos al mundo.
Y cuando decidas eso, cuando
hayas tomado esa decisión, recuerda, TÚ ERES EL PAPA Y LA MAMA DEL SUEÑO.
Así que tendrás que alimentarlos
cada día, nutrirlos con ilusión, con alegría, con entusiasmo, porque ese, ya
sabes, es el mejor sostén para que empiecen a coger kilos, para que engorden
un poco, y empiecen a coger algunos centímetros.
Mímalo mucho, y abrázalo más. Y
hazlo cada día. Al igual que lo haces a las personas más importantes de tu
alrededor, piensa que el sueño sin ti, no es nada, que sin ti el sueño se queda
desprotegido, desvalido y huérfano.
Por eso, cuando veas que el sueño
flaquea, que se pone enfermo, estate ahí a su lado. No abandones. No tires la
toalla. Y dale la mano. Agárralo fuerte, muy fuerte, para que no se caiga.
Edúcale. Enséñale matemáticas,
para que no le timen. Y también las costumbres y los valores. Pregúntate, en definitiva, cómo quieres que sea. ¿Quieres que sirva a un
público femenino?, ¿quizás mejor a las personas mayores de 50 años? ¿Quieres
que esté al alcance de todos los bolsillos, que sea low cost? Tú marcas su
destino, así que todas las decisiones que tomes repercutirán en él, de una
manera u otra.
También quiero recordarte, que el
sueño empezará primero a gatear, y que para que crezca, para que sea
adolescente, y después sea adulto, necesita tiempo. Necesita, como tú lo has
necesitado, días, meses y años, para llegar donde estas. No le exijas, no le
pidas resultados inmediatos. Los sueños, al igual que la vida, al igual que la
madre naturaleza, necesitan madurar, así
que dáselo. Dale tiempo.
Y sobre todo, sobretodo, juega,
baila, y disfruta de tu sueño. Ponle música, canciones alegres, divertidas, y
sube el volumen a toda pastilla. Lo importante es que te diviertas con él, que
disfrutes con él, aunque te robe horas de sueño.
Y recuerda siempre, EL SUEÑO, te
necesita. Eres su Papá y su mama. Ayúdale a crecer ;)
Por cierto, mi bebe sueño se llama "Coaching a fuego lento", ¿cómo se llama el tuyo? ;)
Me encanta esta entrada, me siento identificada jaja. Estoy "intentando ser mamá" ;), ¡pero todo es muy complicado!
ResponderEliminarAhora estoy muy muy liada, pero en cuanto pueda creo que te pediré sesión de Skype (que por cierto, me parece una idea estupenda) porque no tengo muy claro qué es el coaching, pero creo que puede interesarme y probablemente venirme muy bien!
De momento te invito a que te pases por mi blog, si tienes un minuto y te apetece ver un poquito de diseño de complementos handmade ;)
Besos desde:
http://rosesinwonderlandshop.blogspot.com.es
Buenos días Alicia ;)
ResponderEliminarAntes que nada....
Adelante con tu sueño de ser mamá ;). Las mamas dicen que ese es el mejor sueño del mundo mundial ;).
Y... cuando tu quieras, cuando tengas tiempo.... Nos ponemos en marcha y te explico el coaching por Skype!
¡Feliz domingo!