miércoles, 6 de marzo de 2013

La vida no está en los relojes, sino en los corazones



En los últimos cinco años me han regalado varios relojes. Mis padres, mi hermano, mi pareja y una amiga mía.

Ninguno de ellos ha superado el periodo de prueba. Se han roto. Y no, no es porque fueran de mala calidad. Ya os comento, me los han regalado de diversos tipos y maneras, pero mi muñeca, parece ser, que no era su destino final.

Tan sólo hay uno que me continúa funcionando el reloj digital con el que voy a correr. Lo tengo hace más de tres años, y resiste a las inclemencias meteorológicas y también a los golpes.

Con ese reloj, es con el único que disfruto. Porque cuando corro, el tiempo es desafío, es goce, y es superarme.

Así que ya que la vida insiste que no tengo que llevar reloj, y en cualquier momento puedo saber la hora, ya sea bien, por el móvil, por el reloj de las farmacias, o en el ordenador, he desistido en encontrar ese objeto al cual estamos sometidos.

Y digo sometidos, porque vivimos esclavos del tiempo, pendientes de él, y nos olvidamos de lo más importante: VIVIR.

Así que el primer paso: fuera reloj. Piensa que si lo necesitas, podrás encontrar alguno en cualquier sitio, y si no… Siempre se puede preguntar ;). (Que ahora con los móviles que te indican las calles y todo, se está perdiendo esa costumbre)

Y ¿Qué mas para VIVIR?

Pues aquí os dejo con cinco puntos que he ido incorporando, y como aquel que dice sin querer, o quizás justamente todo lo contrario, desde el YO QUIERO, y no desde la exigencia y la obligación.

Allá van:

1.- Relojes fuera

2.- Dormir cuando el cuerpo me lo pida, cuando me lo reclama, aunque sean las 22:30, o las 21:00. Mi cuerpo me dice: “Estoy cansando”. Mi mente: “Qué temprano”. Así que he decidido hacer caso a mi cuerpo, y… duermo lo necesario.

3.- Bebo agua. No me impongo la exigencia: “Ahora dos litros diarios”. Bebo un vaso cuando voy a la cocina, porque es limpiar mi cuerpo. Bebo antes cuando preparo la cena porque es cuidarme. Y no sé si consigo beber dos litros diarios. Sólo sé que bebo más. Y estoy contenta conmigo misma. Sin exigencias, y sin reproches hacia mi. No hay meta que conseguir

4.- Como y solo hago eso. Nada más. Como despacio. Como pensando en cada bocado que le doy. Fuera móvil. Fuera TV. La comida y mi familia.

5.- Me pongo incienso en la habitación, y siento la respiración. Cierro los ojos, y me dedico a sentir el olor, el aire que entra por mis pulmones, y a sentir la paz.



1 comentario:

  1. Muy interesantes tus puntos, sobre todo me gusta el de comer y sólo comer y el de escuchar a tu cuerpo cuando esta cansado!
    Un saludo

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