Unos meses atrás hablé de manera
muy breve (mirar aquí) de esa oleada de libros de autoayuda que podemos encontrar en el
mercado. Todos ellos tienen un mensaje muy claro: ¡sé feliz!
Tomarnos estas palabras a pies de
puntillas puede ser muy, pero que muy peligroso. Nos puede abocar a una búsqueda
incesante hacía la felicidad, que más que tranquilizarnos, puede derivar en un
estado de ansiedad, y llenarnos de preguntas y más incertidumbre: ¿será esto la felicidad?, ¿puedo conseguir
más felicidad?, entre otros interrogantes.
Así que después de leer a Marina
de psicosupervivencia, y su post sobre psicología positiva me he puesto a
pensar.
No creo en la psicología positiva,
y es que indudablemente cuando hacemos referencia a este término, de manera indirecta,
hacemos alusión a la existencia de una psicología negativa, mala y un poco villana.
O mejor aún, el mensaje que nos transmiten es: “yo que estoy sano, necesito
psicología positiva, la otra psicología, la negativa para los locos, para los
enfermos y los tarados”.
Y no creo que eso sea así.
Creo en la PSICOLOGÍA en
mayúsculas. La psicología como herramienta básica para hacer frente a la vida,
para hacer frente a las situaciones y acontecimientos que nos van sucediendo, y
sobretodo y antetodo para vivir una vida más plena.
La psicología sin etiquetas, la
psicología desde todos los puntos de vista, con aristas y sin ellas, la
psicología atiendo y acompañando a las personas en su SER. A mí, esa es la que
me gusta.
Dicho esto, he de decir que yo he
sido y soy fan de esos libros de autoayuda. Me gustan. Me producen sensaciones
agradables, me dan energía, y a veces, incluso me pegan un empujón.
Por eso, desde aquí quiero romper
una lanza a su favor.
Soy consciente, que el
pensamiento mágico, o la ley de la atracción, por la cual son tan criticados
estos libros, no existe al 100x100, es decir, si yo pienso quiero una casa, y esa
frase la pienso las 24 horas del día y me la repito como un mantra, no la conseguiré.
U otra idea un tanto cruel que podemos extraer
de esos consejos que nos ofrecen es que “si
tienes cáncer es porque lo has atraído”, o “no te curas del cáncer, porque no piensas lo suficiente”.
Creo que cualquier persona, con
dos dedos de frente, sabrá que eso no es así. Ahora bien, creo que tienen parte
de razón, y para ello, me remito a un par de conceptos estudiados en psicología
que hacen referencia a esta idea:
Efecto placebo: curarnos o mejorar con un “fármaco”, cuando
en realidad nos estamos tomando placebo, o mejor dicho nada, porque la
sustancia en si no tiene ningún tipo de composición química, sólo que eso la
persona que se lo toma no lo sabe. ¿Qué sucede? Que la persona cree que se lo
está tomando y mejora. ¿No
tiene esto un poco de pensamiento mágico? .
Hay muchos estudios e
investigaciones al respecto, aquí os dejo un artículo, por si queréis
profundizar más: http://www.cop.es/infocop/pdf/1782.pdf
Profecía autocumplida: se trata de que una persona
consiga aquello que cree, puesto que su creencia es que puede conseguirlo, o
crear las circunstancias para que te ocurra aquello que crees que te va a
pasar, o mejor dicho, hacerse trampas a uno mismo, de manera insconsciente para
que te suceda aquello que crees. Os pongo el ejemplo de la película Matrix. Hay
en un momento que esta Neo con el Oráculo, y este le dice. “Oye Neo, no te
preocupes por el jarrón”, y ¿qué hace Neo en ese momento? Va y se gira para
preguntar a qué jarrón se refiere y lo
rompe. ¿Qué hubiera pasado si no le hubiera dicho nada sobre el jarrón? No lo sabemos. Es una pregunta que sin respuesta ;).
Este fenómeno de la profecía autocumplida, es primo hermano
del efecto Pigmalion, el cual ha sido muy estudiado sobretodo en la escuela,
así que aquí también os dejo un enlace por si queréis profundizar más:
Dicho esto….
Solo decir que los libros de
autoayuda, quizás pecan de sencillez, pudiéndose llegar a conclusiones extremas
de “voy a pensar en la lotería para que me toque”. Ahora bien, la gran mayoría,
o por lo menos de los que yo conozco, también abogan por la ACCIÓN, por la
necesidad de ponerse en movimiento, porque ya se sabe milagros a Lourdes.
Ahora bien, creo que desde la
psicología, hay muchos estudios científicos que abogan por la importancia de
las creencias, en CREER en uno mismo, y para eso tan sólo hace falta ver, los
ejemplos de los efectos placebos. Y creer en uno mismo, siendo consciente de
quiénes somos, de nuestras fortalezas y debilidades, y desde la consciencia,
porque evidentemente por mucho que una persona crea en si misma y quiera volar, no lo podrá hacer.
Y nada más, por hoy, disfruten
del domingo ;).
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